Los polinizadores no son solo abejas. Conoce la importancia de mariposas, murciélagos y colibríes para la biodiversidad y la seguridad alimentaria en México.
- Alan Stege Rojas
- Sep 9
- 2 min read
Introducción: polinizadores invisibles en nuestra vida diaria
Cuando hablamos de polinización, casi siempre pensamos en abejas. Y si bien son las protagonistas más visibles, la realidad es que existen cientos de especies de polinizadores que hacen posible la reproducción de plantas y cultivos en México. Mariposas, colibríes, murciélagos nectarívoros e incluso ciertos escarabajos cumplen un rol clave en la seguridad alimentaria y en la estabilidad de los ecosistemas.
Mariposas: mensajeras de polen
Las mariposas son polinizadores delicados pero fundamentales. Su búsqueda de néctar asegura la polinización de plantas silvestres y ornamentales. En México, la mariposa monarca es un ejemplo emblemático: su migración y polinización de diversas especies vegetales tienen un impacto enorme en los ecosistemas del centro y norte del país.
Colibríes: joyas aladas de la polinización
Con más de 50 especies registradas en México, los colibríes son responsables de la polinización de plantas de flores tubulares como el dondiego de noche o la flor de coral. Su capacidad de visitar cientos de flores al día los convierte en polinizadores de alta eficiencia. Además, tienen un valor cultural y simbólico profundo en nuestras comunidades.
Murciélagos nectarívoros: aliados nocturnos
Pocos lo saben, pero algunos murciélagos mexicanos como el Leptonycteris yerbabuenae son polinizadores de agaves y cactus. Sin ellos, productos tan importantes como el tequila y el mezcal estarían en riesgo. Estos animales trabajan de noche, asegurando la polinización de especies que florecen en horarios en que otros polinizadores descansan.
Escarabajos y otros insectos
Ciertos escarabajos, moscas y avispas también cumplen funciones de polinización. Aunque su contribución es menos visible, son parte esencial del equilibrio de ecosistemas locales, sobre todo en áreas forestales y húmedas.
Amenazas comunes a todos los polinizadores
Uso de plaguicidas: afecta tanto a abejas como a mariposas y colibríes.
Deforestación y urbanización: reducen hábitats y fuentes de alimento.
Cambio climático: altera ciclos de floración y disponibilidad de néctar.
¿Qué podemos hacer para protegerlos?
Crear jardines amigables con polinizadores: sembrar flores nativas y variadas.
Reducir químicos en el hogar y la agricultura.
Proteger hábitats naturales: apoyar áreas naturales protegidas y corredores biológicos.
Consumir responsablemente: elegir productos que respeten la biodiversidad (ej. miel local, mezcal sustentable).
Conclusión
La polinización no es un servicio exclusivo de las abejas. México es un país megadiverso que depende de una amplia red de polinizadores: mariposas, colibríes, murciélagos y más. Protegerlos a todos es asegurar la salud de nuestros ecosistemas y la continuidad de nuestra alimentación.





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